|
El Camino de Santiago que durante siglos realizaron los ingleses, pasa por el pueblo de Vilarmaior, un pequeño lugar lleno de encanto y de paisajes impolutos. En las calles estrechas de Vilarmaior dominan las edificaciones modestas, sin grandes complicaciones modernas, de tránsito del siglo XVIII al XIX. Las casas hidalgas de fachadas labradas casi artesanales, con pequeñas huertas, comercios de oficios tradicionales y la sensación de vivir en reposo en los verdes valles húmedos y fecundos de estas tierras. El curso de los ríos Lambre y Baixoi que limitan este municipio, dejan a su paso riberas de frondosa vegetación, prados y un ronsel de recónditos parajes tan agradables para el ocio y tiempo libre. En ellos y en sus afluentes, surgen molinos, puentes, machucos, entre los que destacan los que descansan en aguas del río Andoriña. El relieve se vuelve más accidentado, cerca del ayuntamiento de Monfero alcanzando su mayor altura en el Monte Catasol al noroeste de Vilarmaior o en el Monte Grande al oeste. Este territorio posee un considerable número de yacimientos arqueológicos que junto con otros de la comarca eumesa forman uno de los espacios más relevantes y de mayor concentración tumular en el noroeste peninsular. Así, se pueden encontrar vestigios de la cultura castreña en As Croas y el Tesoro de Vilarmaior cerca de Día Tres, o los grabados rupestres en Torres y Vilamateo que están saliendo a la luz en los últimos años. Uno de los elementos más destacables del patrimonio arquitectónico es la iglesia de Santa María de Doroña del siglo XII que ostenta un Agnus Dei románico en la portada, como representación del Cordero Pascual, imitado en la reconstrucción de la iglesia de Santa Isabel en el monasterio de Caaveiro. Otro de los tesoros arquitectónicos de Vilarmaior es la doble espadaña dieciochesca de la iglesia parroquial de San Pedro o el crucero de San Xurxo de Torres de estilo neoclásico.
Qué ver:
El castro de Grandal, del que se conserva una estela funeraria en el museo arqueológico de A Coruña.
La Iglesia de Santa María de Doroña, ejemplar románico con nave, curto presbiterio e ábside semicircular con seteras para su iluminación. Esta iglesia tiene asociadas una serie de leyendas antiguas por su estrecha vinculación con el monasteiro de Caaveiro.
La Casa rectoral de San Xurxo de Torres (XVII-XVIII) con bodegas, lavadero, capilla y hórreo de la arquitectura tradicional gallega.
Crucero de San Xurxo de Torres (XVIII) de estilo neoclásico cerca de la capilla de San Xurxo.
Ponte de Cioi de estilo románico con arco de medio punto que formaba parte del antiguo camino real que atraviesa el ayuntamiento hasta Pontedeume. Por este puente pasan algunas de las rutas de senderismo más interesantes de este municipio.
Feria de las flores en mayo, única en el entorno o la Feria de San Lucas, cuando bajan los pastores con manadas de caballos salvajes.
El molino de Ferreñas edificado a orillas del río Baxoi en el siglo XVIII, propiedad de 16 casas. Cada uno dos propietarios tenían una "Concesión de Molienda” y turnos o “roldas” para moler el grano. En la actualidad, se pone en funcionamiento en las visitas didácticas o durante la celebración de alguna "Muiñada" tradicional.
Recursos
turísticos:
Casa rural
A Cancela
Albergue
Alvarella
Restaurante
Garabana
Cantina O
Tres
Turismo
activo
Cerrar
|
|